Pequeña guía práctica de cómo educar a tu gato – parte 2
En la primera parte de nuestra guía práctica de cómo educar a tu gato, te dimos algunas claves para entenderlo y entrenarlo mejor. Hablamos de la manera correcta de regañar a un minino, del tema del arenero, de los gatos que muerden o arañan jugando. Ahora, nos enfocaremos en sus necesidades y en cómo mejorar su espacio para propiciar su bienestar y evitar que se escape.
Lee más para descubrir cuáles son las necesidades más importantes de los gatos, cómo aprovecharte de ellas para tener una vida común pacífica y volverte un entrenador de felinos experto.
Cubrir las necesidades de un gato
Aunque todos los gatos son únicos, comparten necesidades básicas para ser felices, libres de estrés y tener una buena calidad de vida: acceso suficiente a comida y agua, juguetes y rascador, un lugar limpio para ir al baño, y una zona segura para relajarse y dormir.
Cuidar el entorno del gato permite reducir la ansiedad y el posible desarrollo de malos comportamientos, hasta de enfermedades.
- Comida: los gatos son cazadores por antonomasia y, en libertad, se alimentan de presas pequeñas a lo largo del día. Entonces aconsejamos dejar una pequeña cantidad de alimento en libre servicio todo el tiempo para que tu gato pueda comer cada vez que surja el hambre.
- Agua: en la naturaleza, parte de la hidratación de los gatos viene de sus presas. En casa, tu gato debería siempre tener acceso a un plato de agua o a un bebedero, sobre todo si su alimento es seco (croquetas).
- Higiene: es importante mantener su arenero limpio, de lo contrario le puede provocar ansiedad y llevarlo a no usarlo. Su instinto natural es enterrar sus heces, procura poner la cantidad apropiada de arena en su caja.
- Lugares propios: los gatos necesitan trepar árboles (o muebles) para monitorear su entorno. Por eso, proporcionar a tu gato un lugar alto es ideal. También se recomienda dedicarle un espacio seguro, como una canasta, donde nadie lo molestará. Puede ser útil dar esta dimensión a su transportadora, así se estresará menos yendo al veterinario.
- Gastar energía: los gatos necesitan jugar, saltar, rascar con sus uñas. Les gusta que sus juguetes tengan la forma de una presa o sean comida (así, se sacia su instinto de depredador).
- Contacto humano: el contacto con el dueño es esencial pero intenta no forzar la interacción. Dejar a tu gato elegir cuándo recibe cariño es clave. Puedes dejar que olfatee tus manos. Cada gato es distinto, a algunos les gusta ser acariciados, otros preferirán jugar o sólo estar cerca de ti.
- Olores: los gatos son criaturas muy sensibles a los olores. Puedes sacar provecho de su sensibilidad para que eviten ciertas zonas, pero su lugar seguro, su zona de juego tienen que estar libres de olores fuertes (lavanda o aceites esenciales en general, detergente perfumado, etc…)
Ahora que cubrimos las necesidades principales de los gatos, prosigamos con los problemas más comunes de educación y cómo remediarlos.
Cómo evitar que mi gato se suba a la mesa
Lo primero es quitar las cosas que puedan despertar su interés en la mesa (comida sola, papeles, juguetes…). Cuando tu gato se suba a la mesa, vuélvelo a colocar en el piso y dile que “no” con tono firme para que entienda que no es el comportamiento que se espera de él. Evita a toda costa premiar el comportamiento dando comida o caricias. Le puedes dar un premio cuando esté en el piso.
Si notas que está buscando comida, verifica que tenga alimento suficiente, disponible cuando lo necesite. A veces, los gatos buscan lugares altos para tener un buen panorama sobre su territorio. Si no tiene uno, compra un árbol rascador o instálale una plataforma. Enséñale el lugar y prémialo cuando se suba ahí en vez de sobre la mesa.
Cómo evitar que mi gato arañe los muebles
Los gatos rasguñan por varias razones: porque necesitan afilar sus garras, porque quieren marcar su territorio o para estirarse y liberar estrés. Impedir a un gato que rasque es casi imposible, en cambio, puedes redirigir su atención hacia lugares donde podrá descargar toda su energía sin consecuencias negativas.
Si no tiene acceso a un jardín con árboles, un rascador es un buen comienzo. Para desalentar la mala conducta, puedes usar un aerosol de alcohol y jabón neutro en la zona que araña o poner unas gotas de aceite esencial que lo convencerán de alejarse. Sólo lo puedes regañar si lo sorprendes en el acto. Recuerda que siempre es posible premiar cuando usa el rascador.
Cómo evitar que mi gato salga a la calle
No todos los gatos sienten la necesidad de salir de su departamento o casa, pero cuando es el caso, el miedo de que se pierda o que le pase algo es fuerte. No podemos recomendar lo suficiente el uso de un collar y de una placa identificadora con tu número de teléfono (y ahora el RUAC de tu mascota). Empieza por tener cuidado con las puertas y las ventanas abiertas. Si tienes un balcón instala una reja que le permita ver alrededor suyo sin caerse.
Más allá de las medidas de prevención, cabe asegurarse de que su entorno sea lo suficientemente estimulante para que gaste su energía. Puedes construirle un circuito vertical, con varias plataformas para saltar. También funciona jugar con él usando ratones de felpa, cañas de pescar, ofrecer juguetes de inteligencia y esconder premios para cansarlo mentalmente.
Por último, recuerda que los gatos no esterilizados y en celo tienen el instinto natural de buscar una pareja dejando su casa. Esterilizar a tu gato puede resultar útil para evitar el marcaje hormonal, que se pelee o que salga a la calle y se pierda.
En resumen: entender las necesidades de los gatos nos permite brindarles una mejor vida, sea cual sea su entorno. Fíjate bien en su comida, agua, en las áreas higiénicas y sus oportunidades para jugar y rascar, ten interacciones positivas con tu mascota y quiérela mucho. Esperamos que nuestros consejos te hayan ayudado a comprender mejor a tu gato. Con esta base, seguramente mejorarás su bienestar, su salud, y la relación que los une. ¡Suerte en el proceso de educación!
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