Perros, xoloitzcuintles y Mictlán: las mascotas en el Día de Muertos

Cuentan que siempre deberíamos ser amables con los animales, los perros en particular, porque uno debe acompañarnos para cruzar el río que lleva al Mictlán después de la muerte. Los perros pelones o xoloitzcuintles (“itzcuintli” significa “perro” en náhuatl, “xólolt” “deforme”) tienen mucho protagonismo en la cultura mexicana: la raza nativa prehispánica vincula al país con sus raíces milenarias. Y en Día de Muertos, quizá aún más: de ahí Dante, la versión animada de Pixar, en la película Coco. 

Ya te has preguntado ¿cómo celebrar el amor que les tenemos a los perros y gatos que ya no están con nosotros? ¿Deberíamos poner un altar para mascotas? ¿Cuándo? En este mes de leyendas y tradiciones, descubre datos curiosos sobre el Día de Muertos y los perros.

El mejor compañero en la vida tanto como en la muerte

¿Sabías que en México, los primeros animales domésticos fueron el perro y el guajolote? A diferencia del ave, el perro ha sido considerado como el mejor amigo del hombre desde tiempos inmemoriales. Esta importancia ha sido evidenciada por los ritos funerarios, pues se han encontrado perros enterrados con difuntos como si fueran un humano más, explica Raúl Valadez Azúa del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM. 

Nunca se les confunde con los lobos o los coyotes salvajes a pesar de su semblanza morfológica. Compañeros o guardianes, los códices mexicanos documentan su presencia al lado del hombre y la relación cercana que los unía. El perro mitológico es el dios Xólotl, que según la leyenda fue el primero en llegar al inframundo, acompañando a Quetzalcoatl. Valadez Azúa explica que el perro es uno de los animales asociados con el más allá, como las mariposas nocturnas o los tecolotes. 

En el México prehispánico, la muerte formaba parte de un ciclo natural, que culminaba con la renovación de la vida. Los perros eran considerados como un vínculo sagrado entre los mundos, guías del viaje de los humanos fallecidos por muerte natural (los guerreros y las mujeres muertas en su primer parto no los necesitaban). Si bien los xoloitzcuintles podían acompañar a las almas, también participaban los “perros comunes” —de color café de preferencia.

¿Cuándo celebramos a nuestros perros? 

La fiesta de Día de Muertos, con toda su riqueza cultural y sus variaciones regionales, forma parte del patrimonio inmaterial de la UNESCO desde 2003. La tradición de los altares no contempla a las mascotas, sin embargo, su importancia en las familias llevó desde hace algunos años a que varias asociaciones para los animales impulsen dedicarles una fecha: el 27 de octubre.

Siguiendo este marco, se debe poner la ofrenda para mascotas difuntas la noche del 26 de octubre, unos días antes de la acogida de las almas de los niños y adultos. Pero deberías sentirte libre de incluir —o no— a tus mascotas en tu propia celebración, de la manera que te parezca más natural. 

¿Qué poner en una ofrenda para mascotas?

Así como las almas humanas, se cree que las mascotas vienen a visitar sus casas durante los últimos días de octubre, momento idóneo para honrar su memoria y atesorar su recuerdo. El altar para mascotas se parece al de los humanos: con papel picado, cempasúchiles, calaveras, copal y velas. Para tener todo listo para su llegada, puedes colocar los alimentos, premios y juguetes favoritos de tu perro o gato, alrededor de una foto suya.

Recordar a los que nos dieron tanto durante la vida que compartimos juntos puede ser bonito y ayudar con el duelo de nuestros compañeros fallecidos. En EPIC pets, le dedicamos una ofrenda a Bolillo, uno de los perros que inspiraron los primeros productos de la marca, y que nos abandonó hace unos años, con los juguetes y los premios que tanto le gustaban. 

Ya no dudes en celebrar a las mascotas de tu vida como lo merecen: no hay regla, cualquier manera es correcta, ¡hasta servirles un pan de muerto en el plato donde comían sus croquetas! Nos encantaría descubrir sus ofrendas, no duden en etiquetarnos si arman una. Un último detalle: cuando hagas tu altar, ten cuidado si tienes perro o gato con las velas o los alimentos que se podría robar en la ofrenda para evitar cualquier accidente 🙂.